Hijos del Tesorero de la pelota en Cuba se reúnen en EE.UU

Ambos fueron árbitros en las Series Nacionales y decidieron salir de la isla, mientras su padre asegura que las fugas de peloteros son “viles”
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Los dos hijos de Luis Daniel del Risco, actual Tesorero de la Federación de Béisbol, ambos ex árbitros de la Serie Nacional, se reencontraron en Estados Unidos la semana pasada, tras la llegada por la frontera sur del hermano mayor, Luis Daniel.

En el canal de Facebook “La verdad de Cuba” pude leerse el siguiente comentario al respecto: “Luis Daniel del Risco, jefe de Regla y arbitraje de la Comisión Nacional de Béisbol y también su tesorero, el que casi llora cuando la fuga de los peloteros en México, el mismo que calificó la fuga de esos peloteros cómo "viles abandonos", el mismo que dijo: 'Querían destruirnos, querían acabar con el béisbol cubano'. En fin, ya sus dos hijos están en el yuma”.

Según la web Swing Completo, los hermanos se reencontraron en Texas el pasado 26 de marzo al arribar Luis Daniel a territorio estadounidense. El más joven, Ernesto Daniel, lleva varios años radicado en Houston.

“Momento inolvidable, único aquí con uno de mis amores. Bienvenido a Estados Unidos” dijo Ernesto en sus redes sociales tras abrazar a su hermano, que escapó de la isla a través de Centroamérica junto a su esposa.

Antes de irse de Cuba, el tunero e hijo mayor del tesorero del béisbol en Cuba, no solo tenía la calificación de árbitro nacional, sino que también se había desempeñado como tal en los Juegos Panamericanos y otros eventos internacionales.

Al respecto, algunos comentaristas señalaron que este era otro caso de “doble moral”. “El problema es mucho más grave que eso, porque es un problema de doble moral, o mejor dicho, de falta de moral. Si se queda un hijo de un dirigente no hay problemas porque “es libre de hacer lo que quiera”. Ah, pero si se queda un hijo del pueblo como esos peloteros, entonces es “un vil abandono”. Peor, a los hijos del pueblo que se quedan los castigan con no poder regresar a ver a sus familias por cinco años, ocho años o lo que les dé la gana a ese gobierno”.

 

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